David Pocock fue un factor determinante en la victoria de Australia ante Sudáfrica.
AUCKLAND, 16 de octubre – El ala australiano, David Pocock, se ganó una reputación como un enemigo temible en el contacto. Pero más allá de su importancia , el número 7 rival en la semifinal del domingo por la noche en el Eden Park, Richie McCaw, le insiste a su equipo que sería absurdo centrarse nada más que en el gran jugador aussie.
Resulta imposible negar la influencia de Pocock, en particular gracias a su actuación dominante en la victoria de los Wallabies en cuartos de final por 11-9 ante Sudáfrica.
Sin embargo, McCaw advierte que existen otros 14 jugadores en el frente australiano ante los que hay que extremar la precaución. "Tuvo un gran impacto, por lo que hizo la semana pasada”, relató el capitán de los All Blacks. “Creo que no sólo él jugó bien, sino que lo hizo todo el equipo, pero tenemos que asegurarnos de que un jugador como él no tenga chances”.
“Él es un gran jugador, pero no debemos poner el foco en un solo jugador, y luego olvidarnos de los demás”.
Bordeando los límites
La táctica de Pocock en los puntos de contacto se vio seriamente criticada por gente que afirma que él opera en los límites de lo permisible. Sin embargo, según McCaw, el ala australiano nada más cumple con su deber al hacerlo.
"Los alas siempre hacen eso”, replicó. “Estuve en exactamente esta situación cuando la gente se pregunta eso, pero bueno, no te detienes a pensarlo demasiado y vas hasta donde puedes, y él es muy bueno en eso. Su trabajo es muy importante para su equipo y nosotros nos aseguraremos de que no lo pueda hacer”.
Pocock no teme enfrentarse cara a cara con el capitán neozelandés de 101 caps y subraya que dispone de la motivación necesaria para intentar que Australia logre un puesto en la final.
“Hay varios números 7 en el torneo que son muy buenos y es un gran reto”, comentó Pocock. “Quien gane deja bastante claro quién es el mejor número siete del partido”.
“La motivación necesaria es la de ganar y llegarás a la final del Mundial. Uno se cría soñando poder jugar una final de un Mundial”.
“No es necesaria ninguna otra motivación y si no, no deberías estar aquí”.
