
Sam Warburton estará al frente de un equipo galés que atraviesa un momento de mucha confianza.
AUCKLAND, 14 de octubre – Si Gales alcanza la final de la Rugby World Cup por primera vez tras vencer a Francia en el Eden Park, el sábado, el equipo de Warren Gatland necesitará enviar un mensaje de agradecimiento a Polonia.
El camino de Gales hacia las semifinales de la Copa Mundial de Rugby está basado en ser el equipo más fuerte en el campo, algo construido durante dos semanas de duro entrenamiento en el Olympic Sports Centre, en el país del este de Europa.
Durante su tiempo allí, hacían dos sesiones de tres minutos por día en una cámara con temperaturas inferiores a los 60 grados, entre algunos de los duros ejercicios a los que fueron sometidos. Tales métodos radicales fueron parte de la estrategia para ayudar al equipo a entrenar más duro y durante más tiempo.
El impacto de los días en Polonia es evidente desde que Gales tocó tierra neozelandesa a principios de septiembre. A pesar de que perdió su partido de apertura de la fase de grupos contra el campeón defensor Sudáfrica, fue el equipo del Dragón el que terminó más fuerte ya que luego superaron a Samoa, Namibia y Fiji para ubicarse entre los ocho mejores.
Una vez allí, la condición física de Gales fue determinante para que los jugadores fueran capaces de mantenerse al máximo contra Irlanda, a lo largo del compromiso por los cuartos de final, y llegaron los dos tries que marcaron Mike Phillips y Jonathan Davies en el complemento para asegurar una victoria por 22 a 10.
"Creo que nos dio una enorme confianza para estar fuertes al principio y saber que todavía queda algo en el tanque, porque es ahora donde los partidos se ganan o se pierden y quedas afuera”, manifestó el segunda línea Luke Charteris.
“Fue duro en el momento, pero está dando sus frutos ahora. Jugamos contra Inglaterra en Twickenham en el primer partido tras la concentración y perdimos, pero en los últimos 20 minutos nos hicimos fuertes”, agregó el forward.
Luego, señaló que “cuando salimos del campo de juego creíamos que de haber tenido cinco o 10 minutos más, los hubiéramos vencido, porque ellos estaban contra las cuerdas".
Amenaza galesa
Francia es muy consciente de la amenaza que representa Gales. Después de su éxito 19-12 sobre Inglaterra para seguir en carrera tras los cuartos de final, existe la creencia de que sólo un ajuste en el rendimiento le permitirá llegar a la final.
"Si jugamos igual que lo que hicimos contra Inglaterra, no sería suficiente para vencer a los galeses", dijo el octavo Imanol Harinordoquy. “Tenemos que ser mejores en defensa".
Asimismo, el tercera línea sostuvo: "Ellos son ágiles y tienen jugadores muy habilidosos. Hacen un buen trabajo en el juego con el pie y sus forwards son muy fuertes también. Tendremos que ser capaces ser hacer frente al desafío”.
Luego, el octavo manifestó que “a veces tendremos que aguantar sus ataques. No podemos entrar en pánico. Si ellos juegan libres, es ahí es cuando ellos se vuelven más peligrosos".
Harinordoquy regresó a su mejor nivel contra Inglaterra. Su gran actuación puso a los ingleses a la defensiva desde el principio y fue recompensado con el premio al “Jugador del partido”.
Cuestión de mentalidad
Él es uno de los jugadores con la chance de revertir una historia con dos derrotas en semifinales, en 2003 y 2007. "En 2007 nos relajamos demasiado y pensamos que habíamos ganado el partido antes de haberlo jugado contra un equipo que no era tan experimentado como lo éramos nosotros”, dijo.
“Tenemos que estar con la mejor mentalidad el sábado. Es un sueño. Toda mi vida quise jugar en una final de la Rugby World Cup'', concluyó.
Para el capitán de Gales, Sam Warburton –que a los 23 años es el capitán más joven de toda la historia de la RWC-, una victoria sería el penúltimo paso más notable en cuatro años. Desde 2007, pasó a ser el capitán de los Menores de 19 años de Gales a liderar al equipo mayor en una semifinal de la Rugby World Cup.
Capitaneó a Gales por primera vez en un partido contra los Barbarians en junio, y se convirtió en el líder de un joven equipo galés que está disfrutando el éxito. “La estoy pasando genial en este momento”, resumió. “Me encanta salir a la cancha vistiendo la camiseta roja y jugar para Gales. Creo que es como se sienten todos ahora”.