Para que nadie extrañe la patria albiceleste, un grupo de argentinos que reside en Nueva Zelanda se apostó con un puesto de choripanes y bondiolas que son una parada obligada. Según palabras de estos coterráneos -viven hace seis años aquí- la vida es muy tranquila y relajada.
Y para aprovechar la gran afluencia de los seguidores de Los Pumas optaron por darle el toque mágico a la previa del partido del domingo. Los clásicos de todos los sábados como son el chori y la bondiolita dijeron presente en territorio kiwi.
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