Entre el diez y el veinte por ciento de la posesión proviene de patadas originadas en kick offs, salidas de 22 metros, free kicks y penales. Por lo tanto, semejante fuente de posesión se convierte, en un recurso que ningún equipo se puede dar lujo de desaprovechar.
patada con la pelota parada
Afortunadamente la importancia de un especialista ya no es subestimada por ningún equipo que pretenda ser competitivo. El pateador tiene una importancia decisiva a la hora de sumar puntos por medio de penales. También su función es importante en las salidas, reinicios del juego desde mitad de cancha y como estratega a lo largo de todo el partido. La patada estratégica no sólo se refiere a los envíos al touch sino que también incluye, los "up and under" (bomba) y los rastrones para el pique del wing. La patada desde el suelo es una de las pocas destrezas que tiene el rugby, que son exclusivas de los especialistas y que sólo se llegan a dominar con horas y horas de práctica. Si bien hay otras destrezas diferenciadas, como el lanzamiento de la pelota al line, el hooking, el pase del medio scrum, hay pocas habilidades tan decisivas en el resultado. Y como sucede, especialmente, en los deportes individuales, el factor mental es tan importante como el técnico. Una buena técnica, debe comenzar con una correcta ubicación de la pelota en el suelo. Aquí existen variantes que dependen de las preferencias de cada pateador, pero por lo general vemos que la mayoría coloca la pelota ligeramente inclinada hacia adelante. La clave está en poder tener un buen "blanco visual" del punto de contacto donde impactaremos la pelota, que debe estar a 2 centímetros del suelo. La costura de la pelota debe estar alineada con los palos como una ayuda para darle la dirección correcta a la patada. Para parar la pelota se puede usar un pequeño montículo de arena o un tee. Actualmente existen de varias medidas y formatos diseñados especialmente para la pelota de rugby. El pateador debe prepararse parado con el pie hábil justo detrás de la pelota y el pie de apoyo en la línea de la pelota. Debe retroceder haciendo un arco que puede variar hasta llegar a ubicarse en ángulo recto (estilo Santiago van der Ghote). Los pasos que emplea para tomar carrera pueden variar de acuerdo al pateador, aunque en general, son tres pasos para atrás y dos hacia el costado. Una vez que la pelota y el que va a ejecutar el envío están preparados, el pateador debe concentrar toda su atención en la pelota, en la trayectoria y en la fuerza que debe darle al envío. La posición adoptada por la mayoría (estilo Jonny Wilkinson o Gonzalo Quesada) es con los brazos juntos y las manos en posición de rezo. Debe abstraerse, lo más posible, del bullicio de la gente y también, de los lamentables silbidos de la tribuna. Tiene que visualizar el “blanco” ubicado en el medio de los postes y calcular el envío bien por encima del travesaño. Una vez relajado y listo, debe fijar los ojos en el punto donde hará contacto con la pelota. Una de las causas más frecuentes de muchas patadas desviadas se debe a la incorrecta posición del pie de apoyo. Porque se ubica muy adelante o muy atrás. El equilibrio se mantiene con el pie de apoyo y el brazo opuesto a la pierna que patea contrabalancea el movimiento. Aun disponiendo de la mejor técnica del mundo, ésta no servirá de nada si el pateador no practica con la frecuencia que le dedica un golfista de bajo hándicap a esta rutina. Las horas de entrenamiento son puntos a favor para el equipo.
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