
Getty ImagesTati y The Rugby Championship
No hay dudas: el rugby argentino está atravesando un momento histórico, único, paradigmático. Y así lo vive, lo siente, lo disfruta Santiago Phelan, el head coach del seleccionado argentino. "Lo que está sucediendo es algo muy positivo, es una gran alegría. Es buenísimo saber que, desde ahora, los Pumas van a poder competir anualmente contra los mejores. Obviamente que los primeros años serán muy duros, pero esa dureza también será sinónimo de experiencia y se deberá aprender de ella", le dice Tati aScrum.
Gracias a la regla nueve, impuesta por la Internacional Rugby Board justamente para facilitar el ingreso argentino al certamen, los Pumas podrán contar con sus mejores hombres para hacerle frente a las potencias sureñas -son seis semanas más aparte de las habituales de junio y noviembre-. "Los clubes europeos, reglamentariamente, están obligados a liberar a los jugadores. Lo que después se deberá planificar es cómo se afrontan las ventanas de junio y noviembre, sobre todo por el descanso de los jugadores -se baraja la idea de armar dos planteles distintos-", explica el ex tercera línea, que se retiró del seleccionado en 2003 ante Rumania.
El bautismo argentino en el torneo será el 18 de agosto contra Sudáfrica en Newlands, Ciudad del Cabo. Pero el entrenador todavía no sabe si, para ese momento, continuará al frente del los Pumas. "Es algo que no depende de mí; depende de la Unión Argentina. Mi contrato finaliza a fin de año", tira, dejando lugar para la repregunta: ¿qué pasa si te ofrecen seguir? "De ser así, lo evaluaré. No todo es tan simple, je".
-¿No te tienta ser el head coach en el Rugby Championship?
-(Risas) Si fuera por mí dirigiría a los Pumas toda la vida. Pero hay que ser realistas y poner sobre la mesa todo lo que hay en 2012 para ver si puedo afrontarlo.
-(Risas) Si fuera por mí dirigiría a los Pumas toda la vida. Pero hay que ser realistas y poner sobre la mesa todo lo que hay en 2012 para ver si puedo afrontarlo.
Tati cierra con un manto de duda. Quiere desplegar la situación y analizar si puede conjugarla con su vida. Aunque a esta altura, y por todo lo que ya remó, parece imposible que pueda abandonar la nave celeste y blanca.
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