
Como capitán, Sam Warburton goza del respeto de sus compañeros.
AUCKLAND, 12 de octubre - Ryan Jones sabe cuáles son las condiciones y capacidades que se necesitan para capitanear a Gales, y cree que Sam Warburton encaja a la perfección en ese rol.
Warburton, de 23 años, es el jugador más joven en conducir a un país en la Rugby World Cup, pero el hombre de Cardiff Blues se ganó los aplausos de todos los presentes en Nueva Zelanda por la madurez que mostró en su papel.
El ex capitán Jones se considera uno de los admiradores de su compañero en la tercera línea. “Sam es un gran chico, y no hizo otra cosa que liderar con el ejemplo dentro y fuera de la cancha”, dijo el jugador de 30 años, que dejó la capitanía 11 meses atrás después de tres años de desarrollar el rol de líder.
“Él les una fuente de inspiración por la forma en que se desenvuelve en el campo, por la manera en que estuvo jugando. Y lo mismo fuera de la cancha. La edad es solo un número cuando tenés a alquien como él que lidera, por ejemplo, desde el respeto”, agregó.
“Él es muy abierto, y siempre está lleno de ideas cuando hablas con él”, señaló también. “Hay un rol para jugadores como yo, que solo trata de facilitarle las cosas a los otros, ayudándolos con su tareas y asegurándose que se sientan cómodos”.
Warburton fue nombrado capitán de Gales en agosto, después de que el capitán anterior, el hooker Matthew Rees, sufrió una lesión en el cuello que lo dejó fuera de la pelea por estar en la Copa Mundial de Rugby.
Papel secundario
El joven capitán no había nacido en 1987 cuando Gales llegó a las semifinales de la Rugby World Cup y ahora tendrá un rol clave en su equipo, en el cruce con Francia el sábado, por un lugar en la final en el Eden Park. Inclusive, las apariciones para su país condujeron a comparaciones con David Pocock, el ala de clase mundial que tiene Australia.
“Cuando Sam juega, definitivamente hay un aire de mayor confianza”, dijo el entrenador de defensa Shaun Edwards. “No es un capitán que hable mucho, pero su pura presencia en el terreno de juego y su nivel hace que todos se sientan un poco mejor cuando él está en la cancha”.
Con Warburton a la cabeza, los galeses están con mucha confianza en su preparación para la semifinal contra Francia.
Mientras Jones, quien juega en Gales para Ospreys, puede estar desempeñando un papel secundario a partir de su joven capitán, aclara que no es lo importante. Hubo un punto tres semanas atrás en el que temió tener que retornar a su país debido a una persistente lesión en una pantorrilla.
“Tuve seis semanas que fueron un infierno para mí. Tres semanas atrás tenía el pasaje de avión reservado y estaba por volver a casa. Todavía estoy acá, y eso es un alivio”, contó. “Estoy disfrutando y mucho, estamos en una semifinal de la Copa Mundial. Estoy tratando de contribuir y de ser parte tanto como pueda serlo”.
Más adelante, Jones culminó con un anticipo del decisivo compromiso con Francia. “A esta altura del torneo, no podemos darnos el lujo de perder la pelota, patear mal o fallar en defensa, porque el margen de error se reduce. No hay segunda oportunidad”.