
Marc Lièvremont espera que su etapa como entrenador termine con nota alta.
AUCKLAND, 23 de octubre – La trayectoria de Marc Lièvremont como entrenador de Francia llegará a su fin el domingo tras la Final de la Copa Mundial de Rugby 2011 frente a Nueva Zelanda, pero puede que esta despedida definitiva no haya llegado tan pronto para alguno de los afectados.
Las duras críticas de Lièvremont a sus jugadores alteraron los ánimos en el plantel, mientras la mala relación con algunos de los medios deterioró aún más la preparación de Les Bleus para su enfrentamiento con los All Blacks en Eden Park.
El sábado pasado, el entrenador de 42 años realizó su penúltima conferencia de prensa tras cuatro años al mando en los que sufrió más de un altibajo. La Federación Francesa de Rugby ya anunció la llegada de Philippe Saint-André como sustituto. La próxima vez que Lièvremont esté ante los medios será o campeón del mundo o el malo de la película para los ojos de muchos de sus compatriotas.
"Me gustaría que todo se acabe y que termine bien”, afirmó el sábado cuando se le preguntó sobre lo que pasa por su cabeza mientras se prepara para el momento de la verdad para su equipo.
El camino de Francia para alcanzar el partido más importante del rugby internacional estuvo plagado de baches. Es el primer equipo en clasificar para la final de una RWC tras haber perdido dos partidos de la fase de grupos. Tampoco realizaron un buen partido en las semifinales, pese al triunfo 9-8 frente a Gales, que estuvo la mayor parte del encuentro con 14 jugadores.
Críticas
Lièvremont desestabilizó más la situación cuando criticó a algunos de sus jugadores tras desobedecerle el pasado fin de semana tras el triunfo sobre Gales, calificándoles de “niños mimados” tras celebrarlo por la ciudad.
No fue la primera vez que habló en contra de sus jugadores en Nueva Zelanda, algo que llevó a los hombres más veteranos del equipo a responder airadamente a las críticas.
La calma regresó al plantel a mediados de semana cuando el equipo adoptó una mentalidad de nosotros contra el mundo y la insistencia de Lièvremont en que el destino de Francia en la Copa Mundial de rugby estaba en manos de sus jugadores.
"Es como todos los partidos. Tuvimos nuestro último entrenamiento ayer, tuvimos nuestra última sesión de video esta mañana y tuvimos el captain's run más tarde. Ahora ya solo tengo que dejar las cosas en manos del capitán y los jugadores. Todo depende de ellos", afirmó Lièvremont.
"Las cosas están yendo bien, gracias. Ciertamente, hay cosas peores en la vida. Por el momento me siento relajado, concentrado y enfocado, y realmente estoy deseando apreciar este momento”.
"Todos los momentos esta semana fueron los últimos para mí. Tuvimos los últimos momentos con el staff, el último entrenamiento, la última sesión de video y esta es la última conferencia de prensa. Trataré de dejarlo todo atrás”.
Mientras, que la última declaración fue de puro sarcasmo contra los medios que lo torturaron durante este tiempo, Lièvremont está seguro de que el resultado del partido del domingo definirá la manera en que será recordado como entrenador.
Cuestionado sobre lo que espera hacer el lunes, no perdió el ritmo para responder: “levantarme con resaca”.