
Quade Cooper fue abucheado cada vez que tocó la pelota y se retiró gravemente lesionado
Gales generó, en cada partido que jugaron, bienestar en el espectador neozelandés. En cambio Quade Cooper y Australia causaron justo lo contrario.
Y en el duelo por el tercer puesto, el público expresó todo eso. No hubo sólo gente de rojo y amarillo en el Eden Park.
O sí, pero muchos de los que acudieron con el atuendo galés eran neozelandeses, claro, alentando contra su clásico rival como si no les hubiese alcanzado con dejarlo afuera del Mundial hace una semana.
El apertura nacido en tierra maorí fue silbado otra vez, siempre que tuvo la pelota en sus manos. Y también fue aplaudido cuando se retiró lesionado. Los de Warren Gatland, por su parte, fueron acompañados por la mayoría de los espectadores en Auckland. Con mucho fervor y color en la previa, desde el centro de la ciudad hasta el estadio.
El público australiano, como si utilizara un código de guerra, acudió en su totalidad de amarillo, al tiempo que se hizo sentir con el simple grito de “Aussie, Aussie, Aussie”. Dentro de la cancha fue más tranquilo. Y lo que se escuchó de verdad fue un sostenido “Wales, Wales”.
Y los de rojo no defraudaron dentro de la cancha. Cerraron su actuación mundialista cayendo ante uno de los mejores equipos del planeta rugby dignamente. Y se ganaron los aplausos de un Eden Park entero, tras las más de 30 fases previas al try de Leigh Halfpenny.
Y en el duelo por el tercer puesto, el público expresó todo eso. No hubo sólo gente de rojo y amarillo en el Eden Park.
O sí, pero muchos de los que acudieron con el atuendo galés eran neozelandeses, claro, alentando contra su clásico rival como si no les hubiese alcanzado con dejarlo afuera del Mundial hace una semana.
El apertura nacido en tierra maorí fue silbado otra vez, siempre que tuvo la pelota en sus manos. Y también fue aplaudido cuando se retiró lesionado. Los de Warren Gatland, por su parte, fueron acompañados por la mayoría de los espectadores en Auckland. Con mucho fervor y color en la previa, desde el centro de la ciudad hasta el estadio.
El público australiano, como si utilizara un código de guerra, acudió en su totalidad de amarillo, al tiempo que se hizo sentir con el simple grito de “Aussie, Aussie, Aussie”. Dentro de la cancha fue más tranquilo. Y lo que se escuchó de verdad fue un sostenido “Wales, Wales”.
Y los de rojo no defraudaron dentro de la cancha. Cerraron su actuación mundialista cayendo ante uno de los mejores equipos del planeta rugby dignamente. Y se ganaron los aplausos de un Eden Park entero, tras las más de 30 fases previas al try de Leigh Halfpenny.
Autor: Jerónimo Tello (desde Auckland)
Foto: Daylife
Fuente: Mundial XV
Foto: Daylife
Fuente: Mundial XV
